Todos los que me conocen, saben que no me gustan los cementerios...Exclusivamente entro a ellos por extrema necesidad de acompañar a mis seres queridos en el último adios de alguno de sus fallecidos...Es cierto que se respira una paz increíble, sin embargo no me gustan,aunque todos terminaremos tarde o temprano en uno, o en algo parecido a un cementerio...En algún lugar tendrán que descansar nuestros restos o cenizas...Ni en sueños hubiera imaginado, que yo algún día terminase haciendo fotos de tumbas, sin embargo, mira cómo es la vida, por secundar un acto friki de mi amiga Lucía, experta fotógrafa, y empeñada en la belleza de las esculturas, al final hasta fotos de tumbas he hecho...Aunque seguro que las suyas están mejor, ella es profesional de esto, yo no llego ni a aprendiz...Aprovechando que subimos a acompañar a un compañero al velatorio de su madre,nos escapamos un ratillo del tanatorio al cementerio para hacer las fotos...Por cierto, y como anécdota, el Señor que aparece metido dentro de una urna, pertenece a la tumba de un médico que salvó muchas vidas. La escultura es del año 1907 y se le atribuyen innumerables milagros, tantos que en el año 2005, tuvieron que ponerle esa nada estética urna alrededor para protegerlo del desgaste de las manos de la gente al pasarlas por encima para pedirle cosas y hacerle promesas...Yo, también, le pedí algo importante...Descansen todos en paz...
Mariposita